La Sociedad de Socorro es la organización de las mujeres de la Iglesia. Esta organización se encarga del bienestar de los necesitados, los afligidos, los pobres, las vuidas, el huérfano, y cualquier persona que necesita aliento, ánimo, o recuperación física o espiritual.Nuestra Misión es Fortalecer a las hermanas y los hogares activos para de este modo salir en busca de las ovejas que no están y que el señor necesita en su redil,
Lugar donde el obispo recibe y mantiene en depósito las ofrendas consagradas de los Santos de los Últimos Días y de donde las reparte a los pobres. Este almacén puede ser grande o pequeño según lo que dicten las circunstancias. Los santos fieles contribuyen con sus talentos, habilidades, materiales y medios económicos, que ponen a disposición del obispo para atender a los pobres en los momentos de necesidad. Por lo tanto, entre lo que contenga un almacén puede haber una lista de servicios disponibles, dinero, alimentos y otros artículos. El obispo es el agente del almacén y reparte los bienes y los servicios de acuerdo con las necesidades y según las indicaciones del Espíritu del Señor (DyC 42:29–36; 82:14–19).
Cada familia debe reunirse por lo menos una vez por semana para llevar a cabo una actividad familiar. Con motivo de fomentar estas noches de hogar, la Iglesia fijó la noche del día lunes para llevar a cabo actividades familiares. En general, la enseñanza y el análisis del Evangelio debe ser una parte principal de nuestra noche de hogar.
Muestre la ayuda visual 13-a, “Cada familia debe reunirse una vez por semana para tener su noche de hogar”, 13-b, “La familia es la unidad más importante de la Iglesia”, 13-c, “El estudio del Evangelio debe ser parte de la noche de hogar”, o 13-d, “Los niños necesitan ayuda para desarrollar sensibilidad espiritual”.
No todas las familias son iguales: algunas tienen padres e hijos que viven en el hogar; otras tienen solamente un padre o madre con niños; otras familias no tienen niños en el hogar; hay también muchos adultos o mayores de edad solteros que viven solos o con otras personas. Cualquiera sea el caso, la noche de hogar es para todos; incluso aquellos que vivan solos pueden participar al unirse a otras personasi y llevar a cabo la noche de hogar. En realidad, para aquellos que se sientan solos la noche de hogar puede ser una bendición especial.
“No existe ningún lugar más apropiado para la enseñanza del Evangelio que el hogar. Sólo allí los niños pueden aprender la naturaleza de la vida familiar tal como la creó nuestro Padre Celestial. En la noche del lunes, cuando se reúne la familia, se establece el espíritu para todas las experiencias familiares. Los que tienen este espíritu entre ellos descubren que es la fuente de su mayor gozo” (véase La Primera Presidencia, Noches de hogar [manual, 1971], pág. 4).
No debemos desanimarnos si algunas noches de hogar no son un éxito completo; lo que es importante es simplemente el hecho de que estemos todos juntos como familia. Si continuamos esforzándonos pacientemente y con amor, los problemas que tengamos se solucionarán y nuestras noches de hogar llegarán a ser lo que el Señor quiere que sean.
Dirección de la noche de hogar
Los padres son los patriarcas de su familia y deberán presidir durante las noches de hogar. En la ausencia del esposo o padre, la esposa o madre deberá presidir.
Es una idea muy buena tener un breve consejo de familia o reunión de planeamiento antes de cada noche de hogar para repasar las actividades y planes de los miembros de la familia para la próxima semana, hecho que puede ser de especial ayuda para las familias que tienen adolescentes.
Un padre de familia explicó que para su consejo de familia “nos juntamos alrededor de la mesa con papá a cargo y analizamos los asuntos familiares… Hacemos los anuncios que sean de importancia para la familia, hablamos y damos nuestras felicitaciones a los niños por los logros obtenidos durante la semana. A medida que cada niño escucha sus propios logros relatados frente a los demás miembros de la familia, se siente orgulloso y, por supuesto, así también nos sentimos los padres” (Glen W. Harper, “Participation–Our Family Home Evening Success Key”, Ensign, diciembre de 1977, pág. 17).
Los padres deberán planear por adelantado cada noche de hogar y las asignaciones que les den a los miembros de la familia.
Muestre la ayuda visual 13-e, “La noche de hogar deberá incluir a todos los miembros de la familia”.
El padre enseña la lección o delega esta responsabilidad a su esposa o a uno de los niños. A los pequeñitos en particular, les gusta dirigir la música, leer las Escrituras, sujetar las láminas, orar y servir el refrigerio.
Hay muchas maneras de tener una noche de hogar. Algunas de las actividades para una noche de hogar son leer las Escrituras, analizar el Evangelio, compartir testimonios, llevar a cabo un proyecto de servicio, ir a un picnic o tener un juego familiar. Las actividades de la noche de hogar deben incluir una oración.
El siguiente es el ejemplo de una manera de llevar a cabo una noche de hogar:
1.
Himno de apertura (un miembro de la familia puede ser el director)
2.
Oración inicial (debe darla un miembro de la familia)
3.
Análisis de asuntos familiares (dirigido por el padre)
4.
Número musical por un miembro de la familia
5.
Lección (presentada por un miembro de la familia, del libro Principios del Evangelio)
6.
Análisis y planeamiento para la siguiente semana
7.
Himno final
8.
Oración final
9.
Actividad divertida (dirigida por un miembro de la familia)
10.
Refrigerio (preparado por un miembro de la familia)
Deberíamos pedirle incluso a los niños pequeños que ayuden en la presentación de las lecciones de la noche de hogar. Un joven miembro de la Iglesia relató lo siguiente:
“Cuando mi papá sugirió que cada miembro de la familia tendría la oportunidad de presentar la lección para la noche de hogar, pensé que sería muy cómico que dijera: ‘Por supuesto, Juanito presentará la lección de la próxima semana’. ¿Juanito? El tiene solamente tres años de edad. Pero así ocurrió, papá le asignó la lección a él, y con la ayuda de mamá Juanito dio una de las mejores lecciones que hemos tenido. El ver la carita de alegría de ese muchachito valió más que cualquier cosa que se le podía haber dado” (citado por Lowell Durham, Jr., “What Makes a Good Family Home Evening”, New Era, junio de 1972, pág. 13).
Cada miembro de la familia puede ayudar a hacer de la noche de hogar un éxito. Una de las cosas que podemos hacer es planear nuestras actividades personales de tal modo que tengamos libre la noche del lunes para realizar así la noche de hogar; además, cada miembro de la familia puede recibir una asignación para ayudar a preparar o a presentar una lección o actividad durante la noche de hogar. Los niños en general disfrutan de hacer las diferentes presentaciones; a ellos les gusta especialmente la presentación de historias en el franelógrafo. La madre o uno de los hermanos mayores podría ayudarlos a preparar ésta o alguna de las asignaciones durante la semana. En verdad, todo niño sentirá deseos de participar cuando el padre o la madre lo incluyan en los programas y demuestren paciencia por todos los esfuerzos que hacen.
Un padre de familia descubrió que la noche de hogar requiere amor y paciencia. Sin estos, incluso una cuidadosa planificación, no podrá asegurar que la reunión constituya una buena experiencia para la familia:
“Un lunes por la tarde, hace algunos años, me encontraba un tanto molesto. Cuando comenzamos la noche de hogar, los niños estaban bromeando y comportándose de mala manera. Me enojé y grité en voz alta: ‘Siéntense todos y terminen de molestar o vamos a tener problemas’. Los niños podían ver mi cara de enojo y sabían que estaba hablando en serio. Pronto se callaron y continué diciendo: ‘No sé por qué no pueden sentarse tranquilos a escuchar por unos minutos. Ahora, no quiero escuchar ningún ruido hasta que terminemos la lección. Cuando termine, les voy a hacer algunas preguntas y es mejor que me den las respuestas correctas…’
“Finalmente, terminé mi lección y comencé a hacerles preguntas. Los niños las contestaron todas; sin duda, les había enseñado las ideas muy bien; entonces pregunté: ‘¿Alguien desea hacer alguna pregunta?’.
“Mi hijo mayor me contestó hablando en voz muy baja: ‘¿Puedo yo hacerte una, papá? ¿Podríamos decirle a mamá que enseñe la lección de la semana que viene?’.
“Sus palabras y mis sentimientos me enseñaron que aunque yo estaba tratando de hacer lo correcto, había cometido un error: había enseñado ideas, pero no había enseñado a mi familia…
“Desde entonces aprendí algunas cosas. Todavía no permito que los niños se comporten en forma muy desordenada —ni ellos parecen tener el deseo de comportarse mal— pero encontré mejores métodos para disciplinarlos…
“Simplemente, decidí que no me iba a enojar más durante la hora de la noche de hogar”.
Este padre continúa contando su historia y experiencia dando el siguiente consejo:
“Compórtese en forma agradable. Reserve su mejor y más agradable comportamiento para el hogar…
“En nuestro hogar, la noche de hogar no es como una clase en la capilla. No hay una regla que diga que debemos sentarnos en sillas; muchas veces nos sentamos en el piso para asegurarnos de que todos se sientan cómodos y a gusto…
“Los padres muchas veces se fastidian porque consideran que deben enseñar correctamente la lección y que los miembros de la familia deben poner estricta atención. Esta idea es parcialmente correcta, pero cuando llega a ser una obsesión, las noches de hogar se convierten en una experiencia bastante desagradable” (George D. Durrant, Love at Home, Starring Father, págs. 44–46).
Podemos mejorar nuestras noches de hogar orando a nuestro Padre Celestial para recibir la ayuda que necesitamos al planear el programa y preparar nuestras asignaciones, y así satisfacer las necesidades de nuestra familia.
¿Cómo podemos usar la oración para mejorar nuestras noches de hogar?
¿Cuánto tiempo debemos dedicar por semana para preparar la noche de hogar?
¿Cómo podemos mejorar nuestras noches de hogar si mejoramos nuestro planeamiento?
“¿Pasa usted igual cantidad de tiempo preparando el éxito de su familia y su hogar así como persiguiendo el éxito social y profesional? ¿Está obsequiando su energía más creativa a la unidad más importante de la sociedad, la familia? O, ¿su relación con su familia es simplemente una parte rutinaria y sin recompensa de su vida?
“Los padres y los hijos deben estar dispuestos a colocar las responsabilidades de la familia en primer lugar para lograr la exaltación de ella” (La Primera Presidencia,Noche de Hogar para la familia [manual, 1973], pág. 4).
La noche de hogar fortalece a la familia
Tome un puñado de palillos de madera o fósforos en la mano y muéstrelos a la clase. Diga a los alumnos que los palillos representan a los miembros de la familia; tome uno de los palillos o fósforos y quiébrelos por la mitad. Explique que cuando estamos solos, no somos tan fuertes como cuando estamos con nuestra familia. Entonces, tome un poco de hilo o un elástico y amárrelos en un solo manojo. Dígales que esto representa la influencia unificadora del Evangelio. Muéstreles ahora cuán difícil es quebrar el puñado que se ató. Asimismo, explíqueles que somos mucho más fuertes cuando estamos unidos como familia y nos esforzamos juntos por vivir el Evangelio.
Las noches de hogar bien planeadas que llevamos a cabo cada semana nos ofrecen una manera de ayudar a los miembros de la familia a vencer la mala influencia del mundo. Satanás está atacando la rectitud y la dignidad usando diferentes tentaciones para así fomentar el pecado y la maldad, y pone especial atención en la juventud actual, pero si les enseñamos el Evangelio y fortalecemos espiritualmente a nuestros hijos, ellos podrán resistir las tentaciones que encuentren en el mundo.
“En nuestras noches de hogar y en otras experiencias positivas familiares podemos llenar nuestras almas con las cosas de Dios, sin dejar espacio para que el mal encuentre lugar en nuestros corazones y mentes” (véase La Primera Presidencia, Noches de hogar para la familia [manual, 1972], pág. 4).
¿Qué bendiciones ha recibido su familia a través de la noche de hogar?
En el año 1915 la Primera Presidencia de la Iglesia hizo la siguiente promesa:
“Si los santos obedecen este consejo [llevar a cabo la noche de hogar], prometemos que redundará en grandes bendiciones. Aumentarán tanto el amor en el hogar como la obediencia a los padres. La juventud de Israel desarrollará la fe en su corazón y tendrá el poder para combatir las influencias inicuas y las tentaciones que los asechan” (“Home Evening”, Improvement Era,junio de 1915, pág. 734).
Hablando de la juventud, el élder Marion D. Hanks destacó cuatro de sus necesidades; él dijo que ellos necesitan (1) fe; (2) ser aceptados tal como son y sentirse incluidos en las actividades; (3) participar activamente; (4) saber que ellos mismos son más importantes que sus propios errores y que se les amaincondicionalmente.
En seguida contó una historia acerca de su propia hija: “Después de concluir una gran noche de hogar, me arrodillé con mi propia familia el día antes de que nuestra querida hija contrajera matrimonio en el templo. Creo que a ella no le importará que les diga que después que habíamos pasado un buen rato divirtiéndonos, llorando y recordando, se le pidió que dijera la oración. No recuerdo mucho de lo que dijo en dicha oración, ni siquiera las lágrimas, el gozo y la dulzura que sentimos; pero recuerdo parte de lo que ella dijo: le dio las gracias a Dios por el amor incondicional que había recibido. Esta vida no le brinda a una persona muchas oportunidades de sentirse exultante y un poco triunfante, pero esa noche experimenté un sentimiento extraordinario”(véase “Amor incondicional”, Liahona, septiembre de 1972, pág. 8).
El programa de la noche de hogar edifica amor y paz en nuestro hogar. A medida que estos sentimientos se desarrollan, nuestra familia sentirá el deseo de vivir el Evangelio y se eliminará así gran parte de las riñas y la contención que tienen lugar en nuestro hogar. A medida que los miembros de nuestra familia oren, canten y estudien el Evangelio juntos, el Espíritu del Señor entrará en el hogar y reemplazará el espíritu de contención que allí se encuentre.
¿Cómo puede el hacer la noche de hogar en forma regular traer más amor y paz a nuestro hogar?
¿Cómo puede el hacer la noche de hogar en forma regular ayudar a la familia a combatir las fuerzas de la maldad? Escriba en la pizarra las ideas que expresen los miembros de la clase.
Pida a los miembros de la clase que hayan sido asignados que compartan experiencias especiales que hayan tenido en la noche de hogar.
Conclusión
La noche de hogar existe en el plan del Señor para ayudarnos a volver a Su presencia. Es el tiempo dedicado para que les enseñemos a nuestros hijos los principios del Evangelio, para que ayudemos a nuestra familia a vivir más unida en amor y comprensión; los momentos que pasamos juntos nos ayudarán a fortalecer la unidad familiar y nos enseñarán a vivir en amor y armonía. Los miembros de nuestra familia estarán, por lo tanto, mejor preparados para combatir las malas influencias que existen en el mundo.
“Nuevamente instamos a los padres a reunir a sus hijos a su alrededor con amor, paciencia y comprensión, para instruirlos en verdad y justicia… El hogar es el lugar primero y más eficaz para que los niños aprendan las lecciones de la vida” (La Primera Presidencia, Noche de hogar [manual, 1975], pág. 3).
Cometidos
1.
Si usted no está realizando su noche de hogar en forma regular, comience a hacerlo esta semana.
2.
Ore al planear las noches de hogar para satisfacer las necesidades de su familia.
3.
Haga que todos los miembros de la familia participen en la noche de hogar tanto como sea posible.
Pasajes adicionales de las Escrituras
D. y C. 68:25 (los padres han de enseñar la doctrina a los hijos).
Preparación del maestro
Antes de presentar esta lección:
1.
Consiga un atado de palillos de madera o de fósforos para hacer la demostración sobre la unidad familiar
2.
Asegúrese de tener pizarra y tiza.
3.
Asigne unos miembros de la clase para que relaten algunas experiencias especiales que hayan tenido durante su noche de hogar.
4.
Pida a algunos miembros de la clase que lean o presenten las historias y los pasajes de las Escrituras de esta lección.
Un Huerto en una Terraza Con este sencillo manual te ofrecemos una herramienta básica para dar los primeros pasos en la instalación y mantenimiento de un pequeño huerto en tu terraza, sin necesidad de tener conocimientos previos.
Utilizando recipientes reciclados, podrás
producir en casa tus propias hortalizas ecológicas. Con el tiempo, será la experiencia la
que te aporte los conocimientos más importantes para cultivar en casa.
El huerto en la terraza es un pequeño jardín que visitar cada día. Se convierte en una
potente herramienta educativa para cualquier edad, nos permite ampliar nuestros conocimientos sobre las plantas y los ecosistemas y desarrollar actitudes como la
paciencia y la constancia, requisitos fundamentales para obtener una cosecha de calidad
que irá directamente del huerto al plato.
Condiciones:
Accesible. Para visitarlo con frecuencia, sin que suponga un sobre esfuerzo.
Sobre una superficie resistente. Que soporte el peso de los recipientes reciclados o macetas con el
sustrato (cargas superiores a 300 kg/m2).
Seguro. Sin riesgo alguno para quien se encargue de su montaje y mantenimiento.
Dos factores fundamentales para escoger la ubicación del huerto son la luz y el acceso al agua.
Las plantas necesitan al menos 6 horas diarias de luz solar para su correcto desarrollo, así que
elegiremos la zona con más horas de luz directa y más protegida del viento. El riego es la tarea
que más tiempo ocupa, por lo que conviene que el suministro de agua esté en el mismo lugar, lo
más cerca posible. Así evitamos grandes desplazamientos para regar o llenar los recipientes
plásticos o las macetas.
El recipiente
En primer lugar, necesitamos un recipiente para depositar el sustrato donde cultivar las hortalizas.
En el mercado los hay de todo tipo, como mesas de cultivo, macetas o jardineras de diversas
dimensiones. Proponemos la re utilización de recipientes plásticos deteriorados.
Algunos son de plástico resistente, aislantes, impermeables y ligeros, lo que permite manejarlos
con facilidad. Es necesario hacer un orificio de desagüe en su base, por donde saldrá el agua
sobrante.
El volumen del recipiente dependerá de sus dimensiones, uno ideal sería de
65 a 90 cm. de ancho y de 100 a125 cm. de largo. Estableceremos la profundidad entre 25 y 30
cm., así que su capacidad variará entre 175 y 350 litros.
El contenido
En el interior del contenedor depositaremos 2 o 3 capas de materiales preferiblemente ligeros, para
evitar el sobrepeso en la terraza.
La capa de drenaje
Situada en la parte inferior y compuesta por una capa de gravilla de unos 3 cm. de espesor, facilita
el desagüe del agua sobrante que, en caso de acumularse, perjudicaría las raíces. Coloca una
pequeña malla sobre el agujero de desagüe para retener la gravilla. Debajo colocaremos una
bandeja para recoger y reutilizar el agua, evitando también que el suelo se encharque.
La capa de sustrato
Es la más importante para el desarrollo de las plantas, pues es su soporte, facilita el crecimiento de
las raíces, contiene la vida microbiana y almacena agua y nutrientes. Con un espesor mínimo de
20 cm., estará formada por una parte de fibra de coco y otros, para dotar al sustrato de buena
estructura (porosidad, aireación, ligereza) y otra parte de compost, que aporta nutrientes de forma
equilibrada. Proponemos una mezcla que da buenos resultados: 50% de fibra de coco y 50% de
compost.
La capa superficial
Opcional, aunque recomendable. Consiste en unos 2 cm. de compost, que renovaremos
periódicamente. Aportará nutrientes y evitará en gran medida la evaporación directa del agua.
Las tareas cotidianas del huerto son:
Riego. Varias veces por semana, según la época del
año y el estado del sustrato y de las plantas. Es
importante que la tierra tenga humedad suficiente.
Abonado. Aportaremos abono líquido orgánico junto con el riego cada dos semanas.
Control de plagas, enfermedades y malas hierbas. Supervisaremos las plantas cada semana y
aplicaremos sistemas de control.
Recolección. Cada hortaliza tiene su momento óptimo de recolección a lo largo del año.
Herramientas
Para trabajar en nuestro huerto, necesitaremos:
Pala pequeña para los trasplantes y para las mezclas del sustrato.
Rastrillo para remover el sustrato y nivelar la capa superficial.
Tijeras para podar y recolectar frutos sin dañar la planta.
Regadera. Jarra dosificadora para medir el abono orgánico que aportamos.
Pulverizador y vasito dosificador para tratar plagas y enfermedades
o aplicar abono foliar en las hojas. Cubeta para colocar restos o cosecha.
- También pueden ser de gran utilidad:
Unos guantes de protección, un termómetro
para medir la temperatura de la tierra, una lupa
para identificar plagas, un pluviómetro para medir la cantidad de lluvia, un
medidor de PH, un conductivímetro para medir la salinidad, etc.
Las semillas
En el reino vegetal existen innumerables especies cultivables, agrupadas en familias de distintos
orígenes y caracteres. Cada una tiene numerosas variedades que se diferencian por su adaptación
al clima (verano, invierno), ciclo de cultivo (corto, largo), productividad, crecimiento (determinado e
indeterminado), tamaño y forma del fruto, resistencia a plagas y enfermedades, etc.
La elección de las semillas es la primera decisión importante. Decidiremos qué hortalizas
queremos y si se adaptarán bien al contenedor y a la climatología. Si es posible, utilizaremos
semillas locales y ecológicas, que conseguiremos en el mercado o a través de otros agricultores.
El poder germinativo es el número de años en que las semillas se mantienen fértiles, que está
entre 3 y 5 años de media. Para que no pierdan su capacidad germinativa, deben conservarse bien
secas en un recipiente hermético para evitar que se humedezcan, y almacenarse en un lugar
fresco para alargar su longevidad. Han de ser identificadas correctamente para evitar errores en la
siembra (fecha, especie, variedad y origen).
Las plantas
Para germinar correctamente, las semillas precisan un sustrato con óptimas condiciones de
humedad y temperatura. Las raíces absorben los nutrientes disueltos en el agua (sales minerales),
constituyendo la savia bruta, que sube hasta las hojas. Parte del agua se pierde a través de los
poros (estomas), debido a la transpiración de la planta. El resto de agua y nutrientes se combinan
con el dióxido de carbono absorbido por las hojas, formando los hidratos de carbono (molécula
orgánica) y liberando oxígeno. La planta obtiene la energía necesaria para esta transformación de
la luz solar directa a través de sus órganos verdes (hojas, principalmente), fenómeno denominado
fotosíntesis.
Los hidratos de carbono se reparten por toda la planta, que los utiliza para realizar sus funciones
vitales (crecimiento celular, desarrollo de órganos vitales, absorción de agua y sales minerales).
Las partes aérea y subterránea tienen funciones complementarias: las raíces absorben agua y
nutrientes, y las hojas pierden agua mediante la transpiración, usando los nutrientes para crecer.
Las partes verdes realizan la fotosíntesis, produciendo oxígeno y materia orgánica, mientras las
raíces consumen oxígeno y materia orgánica, ya que necesitan energía para crecer y realizar el
proceso de absorción.
Luz
Co2 Oxigeno
H2O
H2O Nutrientes.
Diseño y planificación del cultivo
Ya preparado el recipiente, planificaremos la siembra según nuestros hábitos de consumo, el clima
y las características de las plantas. Al planificar el huerto tendremos en cuenta el ciclo del cultivo
desde la siembra hasta la cosecha, que varía según la especie y variedad (corto o largo, verano o
invierno) y el clima (temperatura, radiación solar). Ya que el cultivo se dedicará al autoconsumo,
tendremos en cuenta las cantidades a plantar de cada especie. Plantaremos escalonadamente las
que tienen un solo momento de cosecha, como zanahorias o cebollas, para no recoger todas a la
vez. En el caso de las tomateras, una sola planta alcanza un alto nivel de producción y la cosecha
tiene un carácter más continuado. Aquí aportamos datos estimativos; tu propia experiencia te dará
las pautas sobre este asunto.
Asociación de cultivos
Asociar significa aprovechar al máximo el espacio con cultivos que no tengan las mismas
necesidades y por tanto no compitan por el agua, los nutrientes o la luz. Así se crea un ecosistema
diverso y aumenta la calidad y cantidad de las cosechas. Cuanto más parecidas son las plantas,
más incompatibilidades muestran, ya que tienen parecidas necesidades: las raíces y las hojas
ocuparán el mismo espacio y serán sensibles a las mismas plagas o enfermedades.
Para asociar cultivos correctamente, procuraremos que nuestras plantas:
Sean de diferentes familias, para que no tengan necesidades demasiado parecidas ni sean
sensibles a las mismas plagas.
Tengan ciclos de diferente duración, para que una vez cosechadas las de ciclo cortó o medio,
quede espacio para el desarrollo de las de ciclo largo.
Tengan distintas partes aprovechables, ya que su necesidad de nutrientes y espacio serán distintas.
Sean de distintos tamaños, para aprovechar mejor el espacio del recipiente colocando plantas
pequeñas entre las grandes. Para una determinada época del año, elegiremos plantas de
diferentes familias, de ciclo largo y tamaño grande, que ocuparán el centro del contenedor.
En los laterales asociaremos plantas de diferentes familias y partes comestibles, de porte mediano
y de ciclo largo/medio. Las pequeñas y de ciclo corto ocuparán el espacio libre. Algunas
asociaciones típicas son: zanahoria, lechuga y cebolla...
Rotación de cultivos
La rotación consiste en alternar en el tiempo la plantación de especies de distintas familias y por
tanto con distintas necesidades. Alternando plantas de distinta variedad, logramos que no se
agoten los nutrientes de la tierra, interrumpimos la propagación de plagas y enfermedades, y
obtenemos una producción más variada. Los tipos de rotación varían según la familia vegetal, el
sistema radicular, la parte aprovechable, la sensibilidad a plagas y enfermedades, las exigencias
nutritivas y las épocas de desarrollo.
Para una correcta aplicación de las rotaciones, las plantas a
alternar deben ser:
Con distinta vegetación. (Hojas / bulbo / raíz / fruto / vaina / grano).
Con distintas exigencias nutritivas. (Muy exigentes / medianamente exigentes / poco exigentes /
mejorantes).
Modelos recomendados
Aquí proponemos algunas combinaciones, ajustadas a las medidas del recipiente
(110 x 70cm). Como guía, hemos añadido al gráfico una rejilla con cuadrados de unos 10 cm. de
lado. Prueba estos modelos o inventa otros nuevos; la propia experiencia te enseñará lo más
importante.
Labores culturales
Siembra y trasplante:
Existen dos tipos de siembra: directa, colocando la semilla directamente bajo la tierra e indirecta,
utilizando pequeños semilleros y trasplantando al huerto cuando la planta se ha desarrollado.
La profundidad de siembra depende del tamaño de la semilla. Por norma general es de 1 a 3 veces
su diámetro. El número de semillas por golpe oscila entre 1 y 5, según la especie. Los primeros
días precisan humedad constante pero no excesiva y una temperatura que favorezca la
germinación. El tiempo de la misma está entre 5 y 10 días, según la especie, las condiciones del
sustrato, la humedad y la temperatura. La mayoría de plantas admiten la siembra directa e
indirecta, aunque recomendamos el trasplante para casi todas. Así ganaremos tiempo (sembramos
antes) y espacio (permanecen menos tiempo en el contenedor), y durante las primeras semanas
de crecimiento disfrutarán de óptimas condiciones en el semillero. En las de raíz (rábano,
zanahoria) se recomienda la siembra directa, para que no sufran durante el trasplante.
Aunque en el mercado hay gran variedad de semilleros, podemos reutilizar envases de yogur o
vasos de plástico, perforando la base para que salga el agua sobrante. Antes del trasplante se
recomienda que la planta se haya desarrollado lo suficiente y que sus raíces ocupen todo el
recipiente. Esto suele ocurrir cuando la parte aérea de la planta supera el volumen del mismo. Conviene dejar secar un poco el sustrato para que el plantel salga con facilidad y tener mucho
cuidado para no estropear las raíces. Haremos un agujero con la pala en el sustrato, lo bastante
grande para que quepa el plantel y lo colocamos con mucho cuidado, presionando ligeramente el
sustrato a su alrededor. Finalmente, regaremos para asentar el sustrato y las raíces.
Riego
El riego es una labor muy importante para el éxito del cultivo. Tendremos
que aportar riegos frecuentes y ligeros, ya que por su poca
profundidad, el
sustrato tiene menos capacidad de almacenamiento. El agua se
agota más
fácilmente en recipientes que en los cultivos en suelo. La
frecuencia de riego
aumenta o disminuye según la época del año y el desarrollo o
cantidad de
plantas, por lo que vigilaremos si muestran síntomas de
marchitamiento y la humedad del sustrato.
Si se supera la cantidad máxima de agua que
puede retener el sustrato, la sobrante saldrá
por el orificio de drenaje, lo que debemos evitar para no perder
muchos elementos nutritivos. El momento óptimo del día para
regar es el atardecer, así se evita la evaporación y se favorece la
infiltración del agua en el sustrato. Con la práctica, aprenderemos
a regar con la frecuencia y cantidad adecuadas para cada
momento, de modo que el huerto
mantenga un estado de humedad óptimo.
Obtendremos el agua directamente de la red de suministro o de la lluvia, si podemos almacenarla.
Las diferentes formas de riego van desde la tradicional regadera hasta un sistema de riego
localizado (goteros, exudación) con depósito intermedio. También podemos usar un programador
que garantice la cantidad y frecuencia de riego cuando pasemos varios días fuera de casa.
Mantenimiento y abonado del sustrato
El sustrato de origen orgánico se compacta con el tiempo y pierde porosidad,
disminuyendo su aireación y retención de agua y mermando el desarrollo
de las raíces. A ello que hay que sumar la pérdida de materia orgánica
por la propia descomposición o por exceso de riego. Antes de una nueva
plantación aportaremos materia orgánica rica en nutrientes (compost y/o humus
de lombriz) y removeremos para recuperar la
cantidad y porosidad del sustrato.
Los nutrientes se dividen, según la cantidad
que precisan las plantas, en
macronutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio,
calcio y magnesio)
y micronutrientes (manganeso, boro, cobre,
molibdeno e hierro). Inicialmente están
en el sustrato, pero se agotan
con el paso del tiempo.
La carencia de nutrientes esenciales causa el
desarrollo defectuoso de la planta; en
algunos casos los síntomas son fáciles de
identificar; en otros no lo son tanto
La cosecha
La recolección, que en gran medida es el objetivo final (aunque no el único), quizás sea el
momento más gratificante que nos proporcione el trabajo en nuestro huerto.
Para recolectar los frutos usaremos tijeras o cuchillo; así evitaremos daños innecesarios en las
plantas. En algunas hortalizas como el tomate, el color rojo nos indica la madurez del fruto. Otras,
como el calabacín, la berenjena o el pepino, se
recolectan inmaduros. El ajo y la cebolla se pueden
coger tiernos o recolectarlos cuando las hojas se
sequen. En el caso de arvejas y pimientos, la cosecha
continua del fruto inmaduro estimula la producción de
nuevas flores y frutos.
Muchas hortalizas de hoja, como lechugas y espinacas,
se recolectan antes de su floración, pues si la planta
florece, la hoja adquiere un sabor amargo.